LOS GATOS QUE MUERDEN NUESTRAS MANOS AL JUGAR SUELEN HACERLO PORQUE NOSOTROS LES HEMOS ACOSTUMBRADO A ELLO.
Aunque son menos conocidas que las de perros, entre los felinos también hay diferentes razas, las cuales implican distintos comportamientos y cuidados específicos.
Tu gato persa pertenece a una raza que ha existido por más de 125 años, siendo sus características principales su pelaje largo, un tamaño entre medio y grande, caderas y hombros amplios, con piernas musculosas y cola corta. La cara de estos gatos es de ojos redondos y separados, con nariz corta y respingada.
Lo que debes tener en cuenta sobre tu gato persa
El gato persa es tranquilo y su personalidad suele ser muy dulce, siempre y cuando te hayas ganado su confianza y amor. A estos gatos les gustan las caricias, pero es importante que también les des su espacio.
Entre los gatos persas, uno de los padecimientos más frecuentes es la enfermedad poliquística renal (PDK). También pueden tener problemas intestinales e incluso respiratorios por ingesta de pelo.
A pesar de esto, tu gato persa es un animal longevo, que suele tener buena salud y vivir de 12 a 17 años, pero debes tener en cuenta que este no es un gato que podría sobrevivir en la calle, ya que sus patas son cortas y se los ha acostumbrado a los cuidados humanos, por lo que han ido perdiendo su instinto de supervivencia.
Por el carácter tranquilo de los gatos persas, estos pueden convivir con otros gatos e incluso con perros. Pero si tienes peces en la casa, debes buscar que la tapa del acuario esté fijada bien para que no hayan accidentes. También se deben proteger las plantas, porque además de que las dañan, puede que se coman alguna que sea tóxica para él.
No debes preocuparte si ves que tu gato persa no maúlla como otros gatos, ya que esta raza casi no emite sonido y cuando lo hace es porque se asusta o está enfermo.
Cuidados para tu gato persa
Para que tu gato persa tenga una actitud positiva hacia los cuidados que le das, lo mejor es que lo acostumbres desde pequeño, de forma que no haya que forzar el hábito cuando ya es un adulto. Si tienes delicadeza desde el principio para asear a tu gato, seguramente los procesos de aseo se convertirán en algo agradable.
Fuentes: