LOS GATOS QUE MUERDEN NUESTRAS MANOS AL JUGAR SUELEN HACERLO PORQUE NOSOTROS LES HEMOS ACOSTUMBRADO A ELLO.
Las vitaminas para gatos, y para cualquier ser vivo, son esenciales para una vida sana. Cada una tiene una función en el organismo, sin contar con que son irreemplazables.
Una alimentación de calidad suele ser suficiente para garantizar que nuestra mascota las adquiera, pero en algunos casos hay que buscar administrárselas de otra forma que no sea en la comida diaria.
Es importante tener en cuenta los dos polos de la situación: un déficit de dichos nutrientes puede desembocar en una enfermedad, pero también hay que evitar dárselas si no las necesitan.
Cuándo pensar en vitaminas para gatos
Al igual que en los humanos, las etapas de la vida de los animales demandan una forma de alimentación específica. Es por eso que, aunque tu mascota sea un ejemplar sano, habrá situaciones en las que tengas que administrar vitaminas para gatos.
Un momento en el que no debes dudarlo es cuando tu gata está embarazada. Según Palermo (s.f.), durante la semana 1 a 4 de la gestación, no es necesario realizar ningún aporte extra a la dieta; pero a partir de la semana 5, sí se tiene que fortalecer la alimentación con suplementos vitaminados y no se abandonan hasta el destete.
Para Muñoz (2017), los gatos transcurren aproximadamente el 40 % de su vida en la tercera edad. A partir de los 8 años, deberás evaluar junto con el veterinario si es necesario reforzar su alimentación.
Otros momentos son: si tiene alguna enfermedad diagnosticada, cuando presenta problemas en la piel y si padece algún problema osteoarticular.
Tipos de vitaminas para gatos
Risso, s.f. explica que hay dos tipos de vitaminas para gatos: las hidrosolubles (B y C), que se disuelven en agua, y las liposolubles (A, D, E y K), que se disuelven en grasa.
Cuándo no administrar vitaminas para gatos
Las vitaminas para gatos no son totalmente inocuas, especialmente las A y D, que se almacenan en el organismo. Por lo anterior, siempre tienen que estar recetadas por un veterinario y administradas en las dosis recomendadas.
Cuando tu mascota está sana, lo notas. Si en algún momento tiene un cambio de ánimo, consulta a un especialista.
En el caso específico de los gatos que están bajos de peso, las vitaminas no deberían ser tu opción más lógica. Antes que nada, cámbiale el alimento porque puede ser que no le guste.
Al igual que los humanos, un gato es lo que come. Tu prioridad debe enfocarse en eso y en darle todos los mimos que requiera.
Referencias:
Palermo, L. (Sin Fecha). Nutrición en gatas: desde la gestación al destete. España: Gattos, centro clínico felino. Recuperado de: https://www.gattos.net/images/Publicaciones/Marisa/ArticulosNuevos/23ANutricionenGatasDesdelaGestacionalDestete.pdf
Risso, A. (Sin Fecha). Conceptos básicos de nutrición en perros y gatos. Argentina: CONICET. Recuperado de: https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/53482/CONICET_Digital_Nro.d26d43e9-7be4-40f6-84b0-e44797b2d9d0_B-29-36.pdf?sequence=5&isAllowed=y